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Un piso de parquet da un toque rústico y cálido a cualquier ambiente, pero debemos de tener muy en cuenta que su mantenimiento, al ser madera, es muy diferente al que se da a los pisos de cerámica o mármol. Para que tu parquet esté siempre perfecto lo primero que debes saber es qué tipo de barniz tiene como acabado, ya que algunos barnices modernos no aceptan ningún tipo de producto y solo hay que limpiarlos con la mopa. Si tu piso es algo más antiguo y no hay forma que sepas este dato, hay varios consejos que puedes seguir. Lo primero es nada de humedad. Cada dos semanas puedes pasar un trapo casi seco o muy bien escurrido, luego de haberlo sumergido en una solución de un tapón de vinagre por un cubo de agua. Se escurre bien y se frota el suelo, para aflorar el brillo. Para recuperar el brillo y evitar que la madera se reseque, cada dos meses se debe frotar un paño limpio con un poco de aceite (puede ser de oliva, teca, linaza o incluso de pino) sobre el parquet, sin pasarse en la cantidad de aceite. Si se pasa, se puede retirar el sobrante con un paño de algodón seco. Si el parquet está muy desgastado y sin brillo, se debe limpiar primero bien con aspirador, luego con una mopa seca y luego aplicar dos
capas de cera, esperar que se seque y luego sacarle brillo al suelo. Para evitar que el parquet se raye, puede poner fieltro en todas las patas de sillas, cómodas y mesas, evitar que le caiga arena y caminar sobre él o también tratar de no usar en estos pisos zapatos de taco fino. Las manchas difíciles, como las de grasa se pueden quitar frotando la mancha con un paño y un chorrito vodka.